Historia Aloguincho

“Aloguincho proviene de la palabra IGUINCHO, apellido de un indígena que habito en este sector, quien era una persona bondadosa, humilde, comunicativa, luchadora y llena de grandes cualidades. A través de los años, los pobladores de este sector han ido adecuando esta palabra y finalmente es conocida como ALOGUINCHO, de las cuales ALO significa comunicación, dialogo e IGUINCHO representa bondad, sabiduría y rebeldía, entonces se diría que ALOGUINCHO es un pueblo caritativo, luchador y con grandes sueños que busca desarrollo.” 

Pertenece a la cultura pre-incásica “Quitu-Cara” que abarca desde el nudo de Mojanda Cajas, hasta San Antonio de Pichincha. Remontándonos un poco en la historia, se sabe que por el siglo XVI, esta región fue gobernada por el encomendero Alonso de Aguilar y bajo la doctrina de los franciscanos, los indígenas fueron sometidos por mucho tiempo, hasta que a fines del  siglo XVII, aparecen dieciséis propietarios, que inician la era agropecuaria, trayendo semillas de otros países, concretamente en este sector se opto por la siembra de cereales como cebada, trigo y centeno.

En 1899, en la comunidad Vivian unas 120 personas en total es decir entre niños, jóvenes y adultos, la superficie era de unas 100 hectáreas, las primeras casas eran cosas de paja y bareque. La mayoría de personas en edad de trabajar lo hacían en la hacienda Conrrogal cuyo propietario era el Sr. Virgilio Jaramillo (cayambeño), que traía jornaleros de Cayambe, los mismos que con el paso de los años se quedaron a vivir en el pueblo, todos sufrían explotación y maltrato, se tenía como producción principal por algunos años, la elaboración de palillos de fósforos, utilizando la madera de aguacatillo. Por el año 1930, los trabajadores deciden liberarse y luego de la revuelta, el dueño de la hacienda que tenía muchas deudas, decide vender lotes de terreno a sus trabajadores.

En el año 1953 se la reconoce como la COMUNA JURÍDICA LEOPOLDO. N. CHÁVEZ-ALOGUINCHO, por el año 1961 se creó la escuela José María Velasco Ibarra que funcionaba en otro terreno pequeñito junto al parque, por el año 1962 se da la definitiva partición de la hacienda, quedando actualmente pequeños recuerdos de ésta en algunas propiedades.